viernes, 20 de noviembre de 2015

DESCRIPCION DISEÑO DE INSTALACIONES

orrales sencillos

La manera de alojar los animales depende del tipo de explotación. El sistema intensivo exige mucho del alojamiento. En el siste­ma ex­tensivo, por el contrario, muchas veces no se encuentra ni apris­co ni corral. Sin embargo, para facilitar el manejo y evitar las des­ventajas del sistema extensivo se recomienda construir unos corr­ales con techo y acostumbrar a los animales a que se reúnan todas las tardes, dejando las crías nacidas en los corra­les du­rante el día; suministrar a las cabras en horas de la tarde sal mineralizada y/o con­centrado hasta que se acostumbren a lle­gar voluntariamente. Este corral puede ser sencillo, vea como ejemplo la figura 5.1, eventualmente se le puede dividir en más cor­rales.

Para el buen funcionamiento, es recomendable la construcción de corrales en terrenos de buen drenaje para evitar encharcamiento en épocas de lluvias.  Los materiales utilizados deben ser duraderos, económicos y que permitan fácil limpieza y desinfección. No es recomendable hacer corrales con capacidad superior a 15 animales por corral por problemas sanitarios y traumaticos.


PisosSe reco­mienda el cemento si es posible con un espesor de 10 cm y con inclinación de 3 a 5 %, para facilitar el aseo de los corrales. También se puede usar un piso en arena bien afir­mado o piedra. Es importante también utilizar para la construc­ción del piso materiales propios de la región, como madera, gua­dua, etc.


En zonas húmedas es recomendable construir un piso con rejas para evitar que los animales tengan contacto con su estiércol, y evi­tar infestación de parásitos. El piso debe ser de 30 cm hasta 1 m. de altura. Para facilitar el aseo se recomien­da un piso con desnivel de 3 a 5 % y un espacio de 2 cm entre los rejas.


Paredes: Es conveniente utilizar materiales económicos y disponi­bles en la región, pero que sean suficientemente fuertes para garan­tizar su durabilidad. Se puede emplear divisiones de made­ra, gua­dua y bambú. La altura adecuada para las paredes debe ser de un metro para los corrales de las hembras y 1.5 m para los cor­rales de los machos. En climas fríos la altura de las paredes debe ser mayor para permitir un ambiente abrigado al interior.

Cercas: Muy utilizado en el sistema extensivo. Sirve para ence­rrar los animales en un solo corral. Los materiales más utiliza­dos son madera, guadua, malla, alambre, caña brava y zinc.


                                          Cerca viva a base de leucaena


Estructura: Se pueden utilizar tubos de cemento, madera o guadua.

Techos y cobertizos: Los materiales de más frecuentes usos son teja de barro, aluminio, zinc, teja de cartón impermeable, palma o paja, madera. En clima cálido es bueno usar materiales frescos tales como teja de barro, palma o paja. La paja, la palma y la teja de cartón ofrecen peligro por la facilidad de incendiarse.

Un sistema intensivo demanda un aprisco más adecuado, porque los ani­males permanecen allí todo el tiempo. La higiene en este sis­tema es importante y su construcción debe facilitar la lim­pieza. El aprisco debe ser muy abierto para una buena ventilación, pero se deben proteger los animales contra el sol, las lluvias y el viento. Por eso, es mejor construir un techo más grande que los corrales y utilizar barreras rompevientos tanto naturales (ar­bustos) como artificiales.

El sistema semi-intensivo como alojamiento tiene algunas caracte­rísticas tanto del extensivo como del intensivo.




                                                       Un aprisco rústico

Corrales:  La superficie necesaria de los corrales depende del tipo de ex­plotación, del número de animales, del clima, de las condiciones del suelo, y de la distribución de las lluvias. La superficie por animal es aproximadamente 1 m²  - 1.5 m² , en sistema semiestabulado; 1.5 -2 m² y 2 - 2.5 m² por hembra y macho en sistema esta­bulado, respectiva­mente. 

En regio­nes lluviosas es mejor tener corrales grandes, si los animales se quedan mucho tiempo en los mismos o si el suelo no permite un drenaje natural. Debe evitarse la forma­ción y acu­mulación de lodo y heces mojadas, que sean nidos de parásitos y gérmenes. 


El número de corrales necesarios depende del número de grupos en que se dividen los animales, por ejemplo:
-    corrales para cabras
-    corral para crías
-    corral para cabretonas
-    corral(es) para reproductor(es)
-    corrales individuales parideros y/o para cabras enfermas.


También es necesario evitar que los jóvenes estén con los adultos para evitar golpes, contagio de enfermedades y que las crías mamen leche. Se recomienda se­parar la hembras y machos para hacer con­trol de monta.

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